Mi confrontación con la docencia.

Soy Licenciada en Turismo egresada de la Universidad Valle del Bravo en Tampico, Tamps. A pesar de vivir siempre en Durango tuve la oportunidad de ir a estudiar porque en mi ciudad no existía esa carrera y debido a que tengo familia allá, lo pude lograr.

Mi inicio como docente fue meramente fortuito, ya que por condiciones de salud mi papá se jubiló justo cuando cumplió los años de antigüedad establecidos en mayo del 2007. Yo estaba trabajando en el Gobierno del Estado, ocupaba una subdirección en el DIF Estatal. Realmente disfrutaba mucho mi trabajo. Al jubilarse mi papá se dio la oportunidad de que alguien entrara en su lugar, pero tenía que ser un familiar directo. Mi hermana menor era quien se iba a quedar con la plaza, pero era requisito indispensable estar titulado, y ella aún estaba cursando la Universidad. Fue así que yo entré a trabajar de docente, para que no se desaprovechara el lugar.

En un inicio pensé que iba a ser muy fácil y podía combinar los dos trabajos, solo que desafortunadamente en mi escuela solo existe el turno matutino, y en el DIF el horario de servicio es por las mañanas, así que se empalmaba. Aun así estuve trabajando en los dos lados por alrededor de dos meses, impartiendo el módulo profesional 1 de administración contable y fiscal hasta que se terminó el ciclo escolar. Me costó mucho trabajo desvincularme de mi trabajo en el DIF pero al iniciar el semestre agosto 2007- enero 2008 definitivamente tuve que renunciar porque no podía seguir cumpliendo con los compromisos de los dos trabajos. En aquel momento me sentí muy mal por lo que había dejado pasar, pero entendí que siendo maestra tendría la seguridad económica que no tenía en gobierno, y que este trabajo sería lo más conveniente. Lo que más extrañaba fue el ambiente de trabajo porque tenía a mi cargo personal muy joven y en la escuela la mayoría de los maestros son contemporáneos de mi papá, así que cuando entré yo era la maestra más joven.

Para mi ser docente de educación media superior significó sacrificar muchas cosas profesionalmente hablando, pero conforme pasaba el tiempo y tenía más contacto con los alumnos, he obtenido muchas satisfacciones. En enero del 2008 se dio la oportunidad de inscribirme a un Diplomado en Docencia impartido por maestros del Instituto Tecnológico de Durango y sinceramente eso provocó un cambio enorme en mí. Fue hasta entonces que empecé a querer la docencia. Ahí comprendí el enorme compromiso que tenemos al estar frente al grupo y la importancia de nuestro trabajo, y que si ellos aspiran a cursar una carrera profesional nuestro buen o mal trabajo repercute en ellos.

El diplomado me sirvió mucho porque debíamos poner en práctica actividades en la semana y el viernes cuando nos volvía a tocar sesión comentábamos nuestras experiencias. Fue muy bueno experimentar con dinámicas de grupos y ver que los resultados entre cada grupo es diferente. Me atreví a innovar y hacer cosas diferentes, le perdí el miedo a estar frente a grupo y poco a poco fue teniendo más confianza en mí misma.

Después de que salió la primera generación de estudiantes a los que les di clases y cuando regresaban a la escuela me llenaba de mucha satisfacción que me comentaran que algo que estaban aplicando lo que habían aprendido en la carrera. Otra de mis satisfacciones es que se ha reconocido mi trabajo en mi escuela. A partir del semestre pasado me asignaron al Departamento de Planeación y Evaluación. Estar en este departamento me ha dado otra perspectiva de mi institución y de todo lo que implica que una escuela funcione. Como docente muchas veces crees que solo tienes que cumplir con tu horario y con tus clases y hasta ahí termina, pero involucrarse en algo más es también muy satisfactorio.

No puedo negar que también existen insatisfacciones. La principal insatisfacción es que no he podido desarrollar mi profesión como Licenciada en Turismo. Me encantaría dar clases en alguna escuela con dicha especialidad, tal como lo están haciendo algunas colegas compañeras del grupo: Gloria y Malena. Considero que el sistema educativo es muy noble, y te brinda muchas oportunidades y beneficios, pero me genera insatisfacción quienes se aprovechan de la situación y a los que tenemos ganas de trabajar “nos cargan la mano”.